Visitador de prisiones, abogado de los internados enemigos en los países beligerantes, médico o cirujano al lado de los heridos y de los enfermos víctimas de las hostilidades, notario del cautiverio para identificar a los detenidos, buscar a los desaparecidos, reagrupar a familiares, distribuir víveres y mantas, organizar traslados y transportes, el delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja hace todo eso y mucho más.

Es, en primer lugar, un hombre de buena voluntad que, puede considerarse, acude en ayuda de las autoridades detentoras para resolver los delicados problemas planteados por el fenómeno grave del cautiverio de guerra. Generalmente, su labor no resulta fácil; su acción se lleva a cabo en un país que precisamente la guerra ha convulsionado y desorganizado. Se ocupará de enemigos de tal país, de prisioneros e internados que, muy a menudo, son objeto de odio.

Bajo los auspicios del CICR, que fletó un avión especial, se llevó a cabo, del 7 al 14 de septiembre último, la tercera operatión de repatriatión de extranjeros residentes en Ho-Chi-Minh (ex Saigón). Tal operatión (seis vuelos) permitió que 938 indios, 155 chinos de Taiwan, 130 yemenitas, 106 paquistaníes, 48 coreanos y 12 indonesios regresasen al respectivo país de origen. Se habían realizado otras dos operaciones análogas: la primera del 28 de diciembre de 1975 al 8 de enero de 1976, y la segunda del 26 al 29 de febrero pasado; la Revista International las mencionó en sus números de enero y febrero de 1976.

Durante su última estancia en Cuba, en febrero de 1976, el señorS. Nessi, delegado general del CICR, solicitó a la Cruz Roja Cubana que le proporcionara algunas informaciones sobre sus tareas actuates. Esa Sociedad nacional tuvo a bien elaborar, para el CICR, un informe del que resumimos largos pasajes que permitirán a nuestros lectores enterarse de las numerosas y variadas actividades que lleva a cabo esa Sociedad con tanta eficacia.

En carta del 27 de junio de 1975, dirigida al Consejo Federal Suizo y recibida por el mismo el 11 de julio de 1975, el ministro de Asuntos Exteriores de la Commonwealth de Bahamas declara que aquel Estado se considera obligado por los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949.

Con esa participatión y la adhesión de la República de Guinea-Bissau, que el presidente de este último Estado había anteriormente comunicado al Consejo Federal Suizo, el número de Estados Partes en dichos Convenios se eleva ya a 139.

El CICR reproduce, en un folleto de 28 páginas, en francés, inglés y espafñol, el estudio que publicó la Revista Internacional, en su número de septiembre pasado, acerca de los trabajos del tercer período de sesiones de la Conferencia Diplómatica. Puede adquirirse este opúsculo, por 2.— francos suizos, dirigiéndose al servicio de publicaciones del CICR.

El Servicio de visitas del CICR se mantiene constantemente en actividad, como lo demuestran ciertas cifras. Durante los seis primeros meses del presente año, ha recibido aproximadamente a 2.100 personas, sea individualmente o en grupos. Entre ellas, figuran más de 500 miembros de las Sociedades nacionales procedentes de 37 países: Argelia, República Federal Alemana, Australia, Bé1gica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chipre, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, El Salvador, Ecuador, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Guatemala, India, Indonesia, Irak, Israel, Japón, Marruecos, Mauritania, Nueva Zelanda, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumania, Somalia, Suecia, Suiza, Surinam, URSS, Uruguay.

Aprovechando la apertura de la Conferencia sobre el futuro de Rhodesia, el 28 de octubre, el CICR se puso en contacto con todas las Partes representadas en Ginebra. Pudo entrevistarse así, con los dirigentes nacionalistas: señor R. Mugabe, Monseñor Muzorewa, sefñor J. N'Komo y reverendo Sithole, por una parte, y con el primer ministro de Rhodesia, sefñor I. Smith y su ministro de Justicia, sefñor H. Squires, y con el presidente de la Conferencia señor I. Richard, embajador y representante permanente del Reino Unido en la ONU, por otra parte.

La actividad del CICR en los campos de concentratión nazis. — Últimamente, tras recientes publicaciones que pretenden revelar el número total de víctimas fallecidas en los campos de concentratión nazis y en las cuales se declara sistemáticamente que se fundan en una estadística que atribuyen al CICR, éste ha recibido interpelaciones de procedencia diversa.

El CICR prosiguió, el mes pasado, sus actividades de asistencia en Angola (labor médico-quirúrgica y distribución de víveres para personas menesterosas) y de protección (especialmente por lo que atañe a la Agencia Central de Informaciones). Para ello, contó con sendos equipos de delegados en Luanda y Huambo, con dos equipos médico-quirúrgicos en Dalatando y en Vouga, puestos a disposición, respectivamente, por las Cruces Rojas Sueca y Británica, así como con un equipo móvil, proporcionado por la Cruz Roja Suiza y que visita los hospitales y los dispensarios del distrito de Huambo. La delegación del CICR en la República Popular de Angola (RPA), dirigida por el señor C.A. Neukomm, estaba integrada por unas treinta personas en total, sin incluir al personal reclutado sobre el terreno.

La Comisión Permanente de la Cruz Roja Internacional se reunió en sesión ordinaria, el 23 de octubre de 1975 en Ginebra; concurrieron, además de su presidente, Sir Geoffrey Newman-Morris (Australia), el señor George Aitken (Canadá), Sir Evelyn Shuckburg (Reino Unido), así como los dos representantes del CICR, señores Eric Martin, presidente, y Roger Gallopin, presidente del Consejo Ejecutivo, y los dos representantes de la Liga, señores José Barroso, presidente del Consejo de Gobernadores, y Henrik Beer, secretario general. La vicepresidenta de la Comisión Permanente, señora Farid Issa-el-Khoury (Líbano), habiendo de permanecer en Beirut, no asistióa la sesión tampoco asistió la señora Nadejda Troyan (URSS) que, por estar enferma, fue sustituida por el señor Zakharov.

Trás un tifón, une parte de Filipinas fue devastada en mayo pasado pot inundaciones.Como señala el señor J. M. Goudstikker en un artículo del que transcribimos largos pasajes, la Cruz Roja Filipina intervino inmediatamente y prestó auxilio urgente a cientos de miles de víctimas.

« La Cruz Roja no puede tener un cometido real en el mundo de hoy si la opinión pública no comprende y no sostiene su acción. En esta perspectiva, la labor de informatión y de relaciones públicas es de capital importancia, tanto a nivel nacional como internacional.Pero, desde un punto de vista general, tal labor resulta todavía insuficiente. Aunque se registran notables progresos en algunos países, hay que reconocer que, en otros, las condiciones que permitan una real adhesión de la opinión pública a las actividades de la Cruz Roja y a los principios de humanidad que la guían están lejos de reunirse. Por lo demás, estas disparidades no se dan sólo en los países de América Latina; las encontramos en todas las partes del mundo. »

Como ya anunciamos el año pasado, el cargo del señor Roger Gallopin, presidente del Consejo Ejecutivo del Comitñ Internacional de la Cruz Roja, cesará al finalizar diciembre próximo.

Recordemos que el señor Gallopin ha asumido sus funciones desde el mes de julio de 1973. Asociado a la acción del CICR desde 1936, y director de la institutión durante muchos años, el señor Gallopin es miembro del Comité Internacional a partir de 1967, y como tal continuará participando en la Asamblea, en pro de la obra del CICR.

Por declaratión fechada el 25 de agosto de 1975 y recibida por el Gobierno suizo el 15 de octubre de 1975, el Gobierno del Estado de Qatar ha comunicado al Consejo federal la adhesión de aquel Estado a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949; surtirá efectos el 15 de abril de 1976, y así asciende a 140 el número de Estados partes en los Convenios de Ginebra.

A invitatión de las Cruces Rojas de la República Democrática de Vietnam y de la República de Vietnam del Sur, el señor J.-P. Hocké, director del Departamento de Operaciones del CICR, se trasladó a Hanoi, donde permaneció del 19 al 27 de noviembre pasado; después estuvo, del 28 de noviembre al 3 de diciembre, en Saigón.

El CICR ha publicado recientemente cuatro nuevos carteles en color que ilustran la aplicación de los Convenios de Ginebra. El primero muestra el transporte de socorros con el emblema de la media luna roja en el desierto. El segundo representa una oficina de información de la Cruz Roja en un país en guerra. En el tercero figura un avión del CICR, del cual descienden familias, que han logrado reunirse gracias a la interventión de la Cruz Roja. Por último, el cuarto cartel muestra la action de asistencia del CICR en favor de los prisioneros. Los lemas de los cartels son los siguientes: Prestar asistencia en todas partes — Encontrar a las personas desaparecidas — Proteger a los prisoneros.

Deseamos precisar que el material de informatión en cuestión, destinado a respaldar los esfuerzos que despliegan en materia de difusión las Sociedades nacionales y los Gobiernos, ha sido publicado en varios idiomas: francés, inglés, español, alemán y árabe.

A iniciativa del CICR, tuvo lugar, del 16 al 27 de febrero pasado, un seminario en Kampala. Asistieron al mismo sesenta participates; entre ellos, 21 miembros de las fuerzas armadas, 10 de la policía, 11 del personal de prisiones, 11 de la administración provincial, así como observadores del ministerio de Sanidad. Siguieron las sesiones tres delegados del CICR, los señores Gaillard-Moret, Bédert y Borel, así como un representante de la Liga, el señor Weyand.

El seminario incluía dos partes: la primera para ponencias, a las que seguían debates, referentes a la historia y a la organización del movimiento de la Cruz Roja, a los principios del derecho internacional humanitario, a los Convenios de Ginebra, a las actividades actuales del CICR y de la Liga, a los trabajos de la Conferencia Diplomática; la segunda para cursillos de primeros socorros y ejercicios prácticos, que dirigió el señor Weyand.

Para poder proseguir y ampliar su acción humanitaria en Líbano durante los 4 meses próximos, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha hecho un acuciante Uamamiento a los Gobiernos y a las Sociedades nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para recaudar fondos.

Como testimonio de gratitud por la infatigable labor realizada por el señor Jakob Haug para que se honre en Heiden el recuerdo de Henry Dunant, el CICR le ha distinguido con su medalla de plata.

Cuando el señor Haug presidía la Sociedad de historia de Heiden fue el promotor del monumento erigido a la memoria de Dunant, así como del museo que se le ha dedicado y que contiene, además de diversos efectos personales del autor de Recuerdo de Solferino, manuscritos y fotocopias de documentos. Numerosos objetos interesan al visitante por más de un motivo, en particular las cartas que Dunant escribió a Rudolf Müller y que demuestran el tan útil trabajo que éste llevó a cabo para la rehabilitatión de su amigo. Se evoca también en el museo a numerosas personalidades del siglo pasado que, tales el Dr. Altherr, Sonderegger, Baumberger, la Gran Duquesa María Fedorowna, Basting, Daae y Müller, intervinieron en favor de Dunant.

En un memorándum distribuido durante el Consejo de Delegados, el mes de octubre de 1975, el CICR preguntó a las Sociedades nacionales si deseaban enviar personas a Ginebra para ser formadas sobre las cuestiones relativas a la difusión de los Convenios de Ginebra. De 52 Sociedades nacionales que respondieron a ese memorándum, 27 dieron una respuesta afirmativa al respecto.