Al igual que otros países, Venezuela se enfrenta a una demanda creciente de servicios educacionales en todos los niveles, pero cuenta con recursos limitados para satisfacerla. El presente artículo pretende estudiar la promoción de la educación a fin de explorar las posibilidades de utilizar una metodología sistemática y objetiva para evaluar estas inversiones en los países en desarrollo. La evaluación económica de todo proyecto requiere la consideración de tres aspectos básicos: (1) si se obtienen los objetivos inmediatos al menor costo posible, (2) si existe suficiente demanda para el servicio a ofrecer y (3) si los beneficios netos, tanto individuales como sociales, son adecuados a la luz de otras posibilidades de inversión en el país.