La migración no sólo representa un desplazamiento de habitantes, bienes tangibles y simbólicos, o que crea transformaciones, a su vez, produce una constante desterritorialización y reterritorialización de percepciones, sentimientos y memorias. Estos procesos representan una interrupción o un quiebre en los proyectos de vida e identidades. La comunidad de San Cristóbal se “construye” afrocolombiana como un camino de resistencia a las amenazas perceptibles de desplazamiento. En San Cristóbal, la amenaza por la desterritorialización es el principal detonante de los procesos actuales de construcción de identidad. Su tránsito de campesinos a afrocolombianos está anclado en el factor espacial. En consecuencia, su experiencia demuestra que el territorio se convierte en parte esencial de la identidad, donde los lugares y los espacios toman significados históricos en la creación de los discursos identitarios.