El aplazamiento de la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que estaba previsto celebrar en Budapest ya ha dado lugar a diferentes análisis y se han dado explicaciones al respecto a todas las personas que debían haber participado en la misma.

En este número de la Revista Internacional de la Cruz Roja, tenemos la oportunidad de reanudar la reflexión en el Movimiento y con los Gobiernos sobre las lecciones de la «experiencia en Budapest». Asimismo, nos permite describir las importantes reuniones del Movimiento en la capital húngara.

El Consejo de Delegados, en particular, supo adaptarse de inmediato a las circunstancias. La prolongación de la reunión y los numerosos intercambios que, con espíritu constructive, la animaron, demuestran la importancia de revalorar este foro. Ésta es, sin duda, una de las consecuencias positivas de esta experiencia.

El 26 de noviembre de 1991, la Comisión Permanente de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja anunció que se vio obligada a aplazar la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, ya que «su realizatión corre el riesgo de ser perturbada por divergencias políticas entre Gobiernos con respecto a cuestiones relacionadas con la participatión» (v. RICR, nº 108, noviembre-diciembre de 1991, p. 674).

Ello hizo que adquiriera una importancia muy particular la reunión del Consejo de Delegados del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que congrega a los representantes de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja* (Federación). Efectivamente, el 27 de noviembre, la Comisión Permanente se reunió para examinar las consecuencias del aplazamiento de la Conferencia Internacional para la prosecución de los trabajos de las reuniones estatutarias del Movimiento y decidió prolongar las sesiones del Consejo de Delegados —previstas, al principio, únicamente para el 28 de noviembre— hasta el sábado, 30 de noviembre, así como introducir en su orden del día varios puntos que tendrían que haberse tratado en la Conferencia Internacional.

El 28 de noviembre, abrió las sesiones el doctor Ahmed Abu-Goura, presidente de la Comisión Permanente de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja quien, tras recordar la lamentable pero inevitable decisión de aplazar la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, declaró que el Movimiento debe proseguir más que nunca su misión humanitaria, ya que millones de personas sufren y mueren a causa de la violencia, de la miseria y del hambre, mientras se siguen fabricando y utilizando armas aterradoras y más de 30 conflictos armados causan hoy estragos en el mundo.

El señor Abu-Goura expresó como conclusión su esperanza de que el Movimiento se apoye en la juventud, a fin de perpetuar, en ese contexto amenazador, los principios e ideales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en pro de la paz.

Tras la lectura solemne de los Principios Fundamentales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja por una representante de la Cruz Roja del país anfitrión, el Consejo de Delegados eligió como presidente al señor Rezso Sztuchlik, presidente del Comité Ejecutivo y secretario general de la Cruz Roja Húngara, quien evocó el difícil reto que es para el Movimiento, al final del siglo XX, la voluntad de mejorar y desarrollar la acción humanitaria en un mundo cada vez más politizado.

La reunión del 29 de noviembre comenzó con la elección, como vicepresidentes del Consejo de Delegados, de los señores Cornelio Sommaruga, presidente del Comité Intemacional de la Cruz Roja (CICR), y de Mario Villarroel Lander, presidente de la Federación Intemacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación); Jean-Louis Cayla (CICR) y William Cassis (Federación) fueron elegidos como secretarios del Consejo.

El Consejo de Delegados,

considerando los dramáticos cambios que han dado lugar a un nuevo contexto mundial,

consciente de los problemas relativos a la aplicación del derecho international humanitario encontrados en recientes conflictos armados,

percatándose de las presiones cada vez mayores ejercidas para que los respectivos componentes del Movimiento presten protección y asistencia a las víctimas de los conflictos armados, de disturbios y de desastres,

considerando el creciente número de participates en el ámbito de la asistencia international humanitaria y de los problemas relativos a la coordinatión de las operaciones de socorro en caso de desastre,

reconociendo que el Movimiento debe adaptarse a la realidad de este mundo en evolutión, mientras mantiene y presta servicios de conformidad con los Principios Fundamentales,

1. decide, de conformidad con el artículo 14, párrafo 7 de los Estatutos del Movimiento International de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, formar un Grupo de Estudio sobre el futuro del Movimiento International de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja;

2. define las atribuciones de ese Grupo de Estudio como sigue:

1. Cometido

El cometido del Grupo de Estudio será asesorar y recomendar al Consejo de Delegados una estrategia para el Movimiento, como respuesta a las nuevas tendencias y a la evolutión de los problemas humanitarios.

El 25 de noviembre de 1991, lunes, se abrió en Budapest la Octava Asamblea General de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en presencia de las delegaciones de 110 Sociedades Nacionales.

I. LA CEREMONIA DE APERTURA

En su discurso, el presidente de la Liga, señor Mario Villarroel Lander, pasó revista a la situación y a las actividades de la Liga desde la anterior Asamblea General de 1989. Puso de relieve la necesidad, para el Movimiento, de adaptarse a las exigencias de la actualidad y de afrontar los retos del futuro con un espíritu de unidad y de respeto de los Principios Fundamentales. Señaló que, en ese contexto, fue un elemento clave la aprobación, en 1989, del Plan Estratégico de Trabajo para el Decenio de los 90.

El presidente de la Liga esbozó después un cuadro de las acciones de socorro emprendidas los dos últimos años y recordó que, durante el primer semestre de 1991, la Liga hizo 35 llamamientos —cifra equivalente a todos los llamamientos efectuados en 1990— solicitando ayuda para acciones de socorro que permitieron asistir a 4,5 millones de víctimas de catástrofes naturales en diferentes partes del mundo, además de las actividades en favor de los refugiados y personas desplazadas durante la guerra del Golfo.

Uno de los principales objetivos de las Conferencias Internationales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en las que participan Instituciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y los Estados Partes en los Convenios de Ginebra, es promover el respeto del derecho internacional humanitario en los conflictos armados.

La XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que debía celebrarse del 28 de noviembre al 6 de diciembre de 1991 en Budapest, ha sido aplazada por tiempo indeterminado debido a divergencias políticas. El CICR deplora esta lamentable situatión; quiere, no obstante, dar a conocer sus reflexiones y sus preocupaciones por lo que atañe al respeto del derecho international humanitario. Por ello, remite hoy a todos los Estados Partes en los Convenios de Ginebra, así como a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el texto del informe sobre el tema que estaba previsto presentar en dicha Conferencia.

En vista de la urgente atención que requieren las graves cuestiones humanitarias evocadas en el mismo, estoy convencido de que es oportuno proseguir, mediante esta publicación, un diálogo más necesario que nunca con el conjunto de los Estados y de las Sociedades Nacionales.

Tenemos el honor de comunicarles el reconocimiento oficial de la Sociedad de la Cruz Roja de las Islas Salomón por el Comité Intemacional de la Cruz Roja. Con este reconocimiento, que surtió efecto el 3 de octubre de 1991, asciende a 148 el núméro de Sociedades Nacionales miembros del Movimiento Intemacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

La Sociedad de la Cruz Roja de las Islas Salomón funcionaba antes como sección de la Cruz Roja Británica. Fue fundada el 16 de julio de 1983 y solicitó oficialmente su reconocimiento por el Comité Intemacional de la Cruz Roja el 26 de julio de 1990. Para apoyar su solicitud, presentó varios documentos, entre los cuales un informe sobre sus actividades, el texto de sus Estatutos, así como un ejemplar del decreto de reconocimiento gubemamental, titulado Acta de la Sociedad de la Cruz Roja de las Islas Salomón nº 4 de 1983 y ratificado por el gobernador general el 6 de julio de 1983. En este documento se certifica que la Sociedad ha sido reconocida por el Gobierno como sociedad de socorro voluntario, auxiliar de los poderes públicos, de conformidad con las disposiciones del I Convenio de Ginebra de 1949.

Tenemos el honor de comunicarles la confirmación por el Comité International de la Cruz Roja del reconocimiento de la Cruz Roja Lituana, que tuvo lugar el 28 de agosto de 1923. Tras esta decisión, que suite efectos a partir del 7 de noviembre de 1991, se eleva a 149 el número de las Sociedades Nacionales miembros del Movimiento International de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

La Cruz Roja Lituana, fundada en 1919, fue reconocida por el CICR el 28 de agosto de 1923. Cuando, el verano de 1940, los países bálticos fueron integrados a la Unión Soviética, la Cruz Roja Lituana fue, a su vez, incorporada a la Alianza de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

La Cruz Roja Lituana solicitó oficialmente, el 19 de octubre de 1991, la confirmación de su reconocimiento anterior por el Comité International de la Cruz Roja. Para apoyar su solicitud la Cruz Roja Lituana transmitió diversos documentos, entre los cuales el texto de sus Estatutos, así como la copia de una nota oficial del Gobierno lituano, en la que éste reconoce a la Cruz Roja Lituana como auxiliar de los poderes públicos en el ámbito humanitario.

Tenemos el honor de comunicarles la confirmación por el Comité International de la Cruz Roja del reconocimiento de la Cruz Roja Letona, que tuvo lugar el 10 de enero de 1923. Tras esta decisión, que suite efectos a partir del 20 de noviembre de 1991, se eleva a 150 el número de las Sociedades Nacionales miembros del Movimiento International de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

La Cruz Roja Letona, fundada en 1918, fue reconocida por el CICR el 10 de enero de 1923. Cuando, el verano de 1940, los países bálticos fueron integrados a la Unión Soviética, la Cruz Roja Letona fue, a su vez, incorporada a la Alianza de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

La Cruz Roja Letona solicitó oficialmente, el 13 de noviembre de 1991, la confirmación de su reconocimiento anterior por el Comité International de la Cruz Roja. Para apoyar su solicitud la Cruz Roja Letona transmitió diversos documentos, entre los cuales el texto de sus Estatutos, así como la copia de una nota oficial del Gobierno letón, en la que éste reconoce a la Cruz Roja Letona como auxiliar de los poderes públicos en el ámbito humanitario.

Esos diversos documentos, objeto de un examen conjunto con la Secretaría de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, demuestran que, efectivamente, se reúnen las diez condiciones de reconocimiento estipuladas en el artículo 4 de los Estatutos del Movimiento.

El Estado de Qatar, mediante su declaración del 24 de septiembre de 1991, ha reconocido la competencia de la Comisión Internacional de Encuesta.

De conformidad con el artículo 90, párrafo 2, apartado a) del Protocolo adicional I a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, el Estado de Qatar declaró que reconoce ipso facto y sin acuerdo especial, con relción a cualquier otra Alta Parte contratante que acepte la misma obligatión, la competencia de la Comisión Internacional de Encuesta para proceder a una investigación acerca de las denuncias formuladas por otra Parte.

La República Togolesa, mediante su declaración del 21 de noviembre de 1991, ha reconocido la competencia de la Comisión International de Encuesta.

De conformidad con el artículo 90, párrafo 2, apartado a) del Protocolo adicional I a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, la República Togolesa declaró que reconoce ipso facto y sin acuerdo especial, con relación a cualquier otra Alta Parte contratante que acepte la misma obligación, la competencia de la Comisión International de Encuesta para proceder a una investigation acerca de las denuncias formuladas por otra Parte.

La República de Letonia se adhirió, el 24 de diciembre de 1991, a los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y a sus Protocolos adicionales.

Estos instrumentos entrarán en vigor, para la República de Letonia, el 24 de junio de 1992.

Figuran a continuatión, las listas cronológicas, hasta el 31 de diciembre de 1991, de los Estados que han pasado a ser Partes en los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, durante los diez últimos años (1982–1991) así como de todos los Estados que han pasado a ser Partes en los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, aprobados el 8 de junio de 1977.

El nombre de los Estados está abreviado y el número que figura en la primera columna de las listas sirve sólo, por razones prácticas, para facilitar la referenda. La lista de los Estados Partes en los Convenios empieza con el número 150, pues se tienen en cuenta los 149 Estados que pasaron a ser Partes en los Convenios los años anteriores, cuya lista figura en el Informe completo del CICR – 1990.

Con profunda tristeza, el CICR se enteró del fallecimiento, el 5 de noviembre de 1991, a la edad de 80 años, del profesor Stanislaw E. Nahlik.

Los miembros del Comité Internacional y muchos de sus colaboradores que lo conocían bien deploran la desaparición de un gran humanista de nuestro tiempo, que dedicó su vida a la defensa y a la promoción del derecho.

Nacido el 8 de mayo de 1911 en Lvov (Polonia), Stanislaw Nahlik hizo sus estudios en la Universidad Johann-Casimir de Lvov, donde obtuvo, en 1933, licenciaturas en Derecho y en Ciencias Políticas. En 1936, entró en el servicio diplomático de la República de Polonia y sucesivamente, trabajó en el Consulado General de Polonia en Londres y, de 1939 a 1946, en la Embajada de Polonia en Berna.