La región pacífica de Colombia presenta numerosas áreas inexploradas a lo largo de su litoral costero y tierras bajas. La región sur es la más conocida gracias a la importancia arqueológica de las zonas de Tumaco y La Tolita (Ecuador). Al norte de Tumaco recientemente se exploró la región del bajo Río Patía (Nariño). A traves de este trabajo se observaron asentamientos precolombinos relacionados con dos fases culturales: (a) fase Buena Vista y (b) fase Maina. Los pobladores precolombinos de estas fases se adaptaron básicamente a las áreas bajas de la llanura aluvial selvática y la región costera del sur de Colombia. Hacia finales del período de Desarrollo Regional costero, la fase Buena Vista (ca. 70–500 D.C.) culturalmente se encuentra relacionada con las fases tardías de El Morro y El Balsal de la secuencia establecida para la región de Tumaco (Nariño). Estas fases a su vez forman parte del período tardío “decadente” de la tradición Tumaco-La Tolita (ca. 400 A.C.-500 D.C.) de la costa sur de Colombia y norte del Ecuador. Igualmente, la fase Buena Vista se relaciona con la fase Guadual (ca. 200–600 D.C.) de la cuenca de los ríos Santiago y Cayapas, en el norte de la costa ecuatoriana. Posteriormente, la llegada de nuevos grupos al bajo Patía se representa por asentamientos de la fase Maina datados hacia el 880 D.C., hasta, probablemente, el contacto europeo. Esta fase se caracteriza primordialmente por una industria alfarera sencilla y poco decorada en relación con la cerámica de la fase anterior. Algunos de los sitios tardíos a su vez podrían corresponder a asentamientos de grupos Sindagua que ocuparon el área al tiempo de la Conquista y la Colonia, en los siglos XVI y XVII.