During a research trip to Ecuador in the summer of 1978, the editor had occasion to visit several centers for training and investigation in the social sciences. The evidence of marked progress over earlier years is unmistakeable, and has been stimulated by both national and international bases of support as well as the influx of intellectuals exiled from other Latin American countries. In a previous issue (volume 13, number 2 [1978]), LARR presented a report from former director Rafael Quintero on the activities and pedagogical orientation of the Escuela de Sociología at the Universidad Central del Ecuador. He also noted the important appearance of the Revista de Ciencias Sociales, four numbers of which had been published by mid-1978, as well as the initiation of national conferences on sociology: the first of these was convened in Quito in November 1976 and the second met at Cuenca in April 1978. While research activities are being undertaken in both Guayaquil and Cuenca, much of the effort nationally is centered in Quito. In keeping with LARR'S effort to improve and extend communication in this area, the following reports on four centers are presented. In conjunction with the earlier contribution by Dr. Quintero, they provide a useful, if less than fully exhaustive, perspective on social science activities in Quito.

Una de las causas de fondo de las situaciones de extrema pobreza es la falta de empleos que permitan obtener ingresos adecuados a las necesidades mínimas. ¿Cómo pueden formularse políticas de empleo que permitan abrir oportunidades efectivas y duraderas para los grupos más pobres y que al mismo tiempo signifiquen una contribución al desarrollo nacional? En este documento se elabora un enfoque para la formulación de políticas de empleo en economías heterogéneas, es decir, economías en las que prevalecen serias rigideces estructurales, como falta de movilidad de los recursos, escasa difusión de las tecnologías, desigual distribución del ingreso y de la riqueza.

A diferencia de los enfoques ortodoxos, que suponen que a través de políticas económicas globales y uniformes se pueden corregir esas rigideces, en este estudio se recomienda una identificación de los grandes grupos y sectores sociales, de acuerdo a la forma en que se insertan en el sistema económico y a sus vinculaciones con los sectores más modernos. Las políticas tendientes a aumentar el empleo deben, en consecuencia, ser selectivas de acuerdo a las características de esos grupos. Con todo, deben estar integradas a una estrategia coherente de desarrollo a largo plazo que persiga el crecimiento con disminución de la desigualdad.