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Walt Whitman’s Popularity among Latin-American Poets

Published online by Cambridge University Press:  11 December 2015

Mary Edgar Meyer*
Affiliation:
Marian College, Indianapolis, Indiana

Extract

If the reading of an author’s work, allusions, imitations and dedications are an index to popularity, Walt Whitman was one of the most popular among the poets of Latin America. The number of times he is mentioned in their works alone indicates the extent of interest aroused by him and their attitude toward him.

An attempt will not be made to show that Whitman was more popular than Poe or Longfellow, but the writer will endeavor to show the extent to which he was known, imitated and emulated by Spanish American poets.

Type
Research Article
Copyright
Copyright © Academy of American Franciscan History 1953

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References

1 Morales, Ernesto, Antología de poetas americanos (Buenos Aires, 1941), p. 611.Google Scholar

2 Ramón Jiménez, Cf. Juan , Españoles de tres mundos (Buenos Aires, 1942), p. 33 Google Scholar: “Whitman, más americano que Poe, creo yo que vino a nosotros, los españoles, todo por Martí.”

3 Patria, ,” Juntos, y el secretario, in Obras completas (2 Google Scholar vols.; La Habana, 1946), I, 555: “el más criollo y potente.”

4 A Bartolomé Mitre y Vedia, in Obras completas, I, 1294: “grandísimo poeta rebelde y pujante.”

5 Walt Whitman, Cf. “El poeta,” in Obras completas, I, 11341144.Google Scholar

6 Henríquez-Ureña, Pedro, Literary Currents in Hispanic America (Cambridge, 1949), p. 165.Google Scholar

7 Ibid.

8 Coester, Alfred, Anthology of the Modernista Movement in Spanish America (Boston, 1924), n. 108, p. 280.Google Scholar

9 Cf. Autobigrafía, in Obras completas (22 vols.; Madrid, 1917), XV, 115.

10 Quoted by Alfred Coester in op. cit., n. 108, p. 280: “Abominando la democracia, funesta a los poetas, así sean sus adoradores como Walt Whitman.”

11 Nunn, Marshall, “The Americanismo of Rubén Darío,” Hispania, XX (February, 1937), 56.Google Scholar

12 Op. cit., p. 33: “El ensayo de Martí sobre Whitman, que inspiró, estoy seguro, el soneto de Darío al ‘Buen viejo,’ en Azul, fué la noticia primera que yo tuve del dinámico y delicado poeta de Arroyuelos de otoño.”

13 Cf, . Obras completas (16 vols., Madrid, 1905), VI, 238.Google Scholar

14 Rubén Darío, “José Martí,” in Los raros, in Obras completas (16 vols.; Madrid, 1905), VI, 243: “Y paréceme que con aquella voz suya, amable y bondadosa, me reprende, adorador como fué hasta la muerte del ídolo luminoso y terrible de la Patria; y me habla del sueño en que viera a los héroes: las manos de piedra, los ojos de piedra, los labios de piedra, las barbas de piedra, la espada de piedra.…”

15 Darío cites Walt Whitman from memory, for the verse is: “O Captain! my Captain!” Whitman, Cf. Walt , Leaves of Grass, Complete edition (New York, 1931), p. 344.Google Scholar

16 Cf. Coester, op. cit., p. 79: “Si hay poesía en nuestra América, ella está en las viejas cosas: en Palenque y Utatlán, en el indio legendario, y en el inca, sensual y fino, y en el gran Moctezuma de la silla de oro. Lo demás es tuyo, demócrata Walt Whitman.”

17 “Prólogo a Prosas profanas,” in Coester, op. cit., p. 148: “Confesémoslo: nuestra América actual es para el Arte un suelo bien poco generoso. Para obtener poesía de las formas, cada vez más vagas e inexpresivas, de su sociabilidad, es ineficaz el reflejo: sería necesaria la refracción en un cerebro de iluminado, la refracción en el cerebro de Walt Whitman.”

18 Escritores representativos de América (Madrid, 1917), p. 288: “Este cerebro iluminado, este Walt Whitman del Sur, lo hemos encontrado en Chocano.”

19 “Flor de España” (La selva virgen): “¡Oh musa! rompe los traidores brazos/de esa sirena, que cantando mata,/ y busca amor en robustos brazos/ del hispano león.…” Quoted in Craig, G. Dundas, The Modern Trend in Spanish American Poetry (Berkeley, 1934), p. 307.Google Scholar

20 lírico, Prólogo,” in Oro de Indias, Tomo I: Pompas solares (4 vols.; Santiago, 1939), p. 9 Google Scholar: “America es mi sola fuente de poesía.”

21 Ibid., p. 12:

Mis versos cubren siglos como si fuesen moles,
recortan nuevas cumbres y apagan viejos soles;
porque así son los incas y así los españoles.
El Ande, el Amazonas, la Pampa, abismo, sierras,
pamperos y temblores, catástrofes y guerras:
Así han de ser mis versos, porque asi son mis tierras.
..................................................
Tal es como por entre mis bárbaras canciones,
flotan veinte banderas, pasan veinte naciones,
se imponen cien tiranos y hay cien revoluciones.

22 Ibid., p. 13: “Walt Whitman tiene el Norte, pero yo tengo el Sur.”

23 Cf. Whitman, op. cit., p. 83.

24 García Calderón, Cf. Ventura, “La literatura peruana, 1535–1914,” Revue hispanique, XXXI (1914), 385.Google Scholar

25 Traubel, Cf. Horace, With Walt Whitman in Camden (3 vols.; New York, 19061914), I, 105.Google Scholar

26 Cf. “Sinfonía heroica,” in Oro de Indias, Tomo I: Pompas solares, p. 121:

Patricia figura, sus armas apresta
contra el monstruo (Milton adivinaría
un combate como de un Luzbel astuto contra un Angel fuerte.
El reto es olímpico. El choque es titánico. El duelo es a muerte.
¡Tal saltan mis versos, en nombre de toda la América mía!

27 Cf. “Oda cíclica,” in Oro de Indias, Tomo I: Pompas solares, p. 136:

Hombres no son acaso …
Angeles y Demonios,
que combaten en eso, como torbellino frenético:
Demiurgos contra Shives,
Afrites persa contra Egregores hebreos,
Osiris y Tifones, Ormuces y Arimanes,
antagónicos dioses ….

28 Sánchez, Cf. Federico de Onís y, Antología de la poesía española e hispanoamericana, 1882–1932 (Madrid, 1934), pp. 373374.Google Scholar

29 Lugones, Leopoldo, “El himno de las torres,” in Las montañas de oro (Buenos Aires, 1919), pp. 9596 Google Scholar: “I mi alma (golondrina ideal) desde su torre sigue mirando: i mira… como los carros sonantes corren por la paralela de hierro, en pos del corcel de hierro, cuya alma es un trueno de hierro, i cuyos bronquios de hierro, tosen el huracán, y cuyo corazón de hierro va tempestado de brasas; ¡gran caballo, negro, negro, negro, gran caballo comedor de fuego, gran caballo en temblor de enormes músculos lanzado, con una nube en las narices, a los jadeantes trotes del millar de leguas: gran caballo negro, gran caballo, gran caballo negro el cual no se ve sudar!”

30 Ibid., pp. 93–94: “I mi alma… mira despedirse las naves que van ora los Continentes,—para las tierras rojas, para las tierras negras donde el Sol se acuesta entre palmeras; donde hai serpientes que parecen joyas venenosas, i flores más bien pintadas que los tigres; i bisontes, i elefantes, i jirafas, i pájaros del Paraíso, i luciérnagas, i resinas, i esencias, i bálsamos, i colares, i perlas … i dulces nueces, i polvo de oro, i tambores, i calabazas, y tinajas, …. I va Cristóbal Colón, con una cruz i una espada bien leal; i Marco Polo, con un tratado cosmográfico de Cosmas en la mano; i Vasco de Gama con un astrolabio en el mástil; i Hernando de Magallanes con una hacha al cinto; i la Mayflower con la carta del rei Juan; i Domont d’Urville con un planisferio i una áncora; i Tasman con una brújula; i Stanley con el lápiz del New York Herald i su casco de corcho; i Livingstone con su biblia i su esposa—David Livingstone, el padre del Nilo.”

31 Cf, . Enciclopedia universal ilustrada (Espasa Calpe, Madrid), Vol. LXVII, p. 214 Google Scholar. For other Spanish translations of Whitman, , Manchester, cf. P. T., “American Poetry in Spanish Translation,” Hispania, XIV (November, 1931), 343;Google Scholar and Engelkirk, John E., “Whitman in Spanish America,” Hispanic Review, VI (April, 1938), 134.Google Scholar

32 Coester, Alfred, The Literary History of Spanish America (New York, 1921), p. 469.Google Scholar

33 Historia de la literatura cubana (3 vols.; La Habana, 1945), III, 216.

34 New World Literature (Berkeley, 1949), p. 122.

35 Henríquez-Ureña, op. cit., p. 193.

36 Op. cit., p. 178.

37 Hespelt, Herman, Leonard, Irving A. , et al., An Anthology of Spanish American Literature (New York, 1947), p. 816.Google Scholar

38 Quoted in Hays, H. R., Twelve Spanish American Poets: An Anthology (New Haven, 1943), p. 12.Google Scholar

39 Sánchez, Luis Alberto, Historia de la literatura americana (Desde los orígenes hasta nuestros días), 2a edición reformada (Santiago de Chile, 1940), p. 593 Google Scholar: “vate whitmaniano, de sentido cósmico y largo aliento, cuyos Poemas del hombre en sus diferentes secciones: Los adioses, o El libro del mar, o El libro del amor, o El vuelo de la noche, etc., combinan, en interesante fórmula, el empuje multitudinario, casi oratorio del profeta de Manhattan.”

40 Op. cit., p. 1013: “En su última y mejor obra brillan sus cualidades—excesivas—de fuerza caudalosa y de ímpetu hacia la altura desde las honduras de lo subconsciente, vertidas en amplio verso libre, enumerativo a menudo como el de Walt Whitman, y en repetidas imágenes y palabras evocadores.”

41L. A. Sánchez, op. cit., p. 567.

42 Fitts, Cf. Dudley, Anthology of Contemporary Latin American Poetry (Norfolk, 1942), p. 268.Google Scholar

43 Cf. Morales, op. cit., p. 768:

Yo soy él que ha corrido por todas las ciudades
gritándoles loco de esperanza,
a pobres poetas sin fuerza y sin luz,
la salud nueva de tus cantos puros!

44 Cf. “The Base of All Metaphysics,” in Whitman, op. cit., pp. 124–125.

45 “For You O Democracy,” in Whitman, op. cit., pp. 120–121; cf. also “This Moment Yearning and Thoughtful,” in ibid., p. 131.

46 Cf. Morales, op. cit., p. 768: “Yo soy amigo de acrobates,/ de tipógrafos, de enfermos, de campesinos, y boxeadores”; cf. Whitman’s “Song of Myself,” in op. cit., p. 45.

47 Cf. Morales, op. cit., p. 769:

¡El perfecto camarada! El Revelador!
¡Nuestra gran fuente de fuerza, americanos!
Oh, querido Walt Whitman! Oh, Capitan, mi Capitan, mi Capitan!
Más que todos los filósofos
tu me enseñaste fuerza y nobleza.

48 Cf. ibid., p. 768: “¡Tus cantos donde ha puesto la mano la tierra y el cielo!”

49 Cf. ibid., p. 769: “¡La total sinfonía de la tierra y la vida!”

50 Cf. ibid., p. 768:

Yo te leía y después parecía que volvía del campo.
En mi corazón se alzaban altas, veloces y alegres
las velas de la Curiosidad, de la Energía y el Entusiasmo.
Tú sólo eras él que me hacía más caliente esta línea de pasión,
esta violenta voluntad de marcha,
este ardor, este amor a los héroes,
a la libertad y la personalidad.

51 Quoted in Pattee, Fred Lewis, The New American Literature, 1890–1930 (New York, 1930), p. 272.Google Scholar

52 Cf. Torres-Rioseco, op. cit., p. 111.