En el presente artículo vamos a trazar un recorrido crítico a través de dos grandes corrientes de pensamiento, a saber, la teoría de la dependencia y todos los estudios vinculados al problema de la colonialidad. Esa colonialidad, que constituye la forma última de la subyugación material y de la violencia epistémica ejercidas sobre los pueblos sojuzgados, también compondrá un cuerpo de relatos hegemónicos que constituirán la matriz misma en la que se insertan los regímenes coloniales del saber y del poder. Colonialidad que, por cierto, debería ser pronunciada en plural, toda vez que múltiples son los ámbitos que ella vertebra y determina. Dependencia y colonialidad, por otro lado, constituyen dos desarrollos teóricos que evidencian un gran potencial a la hora de desentrañar las diferentes dimensiones de esos complejos procesos políticos, económicos y culturales que conforman la dominación neocolonial.