En este breve estudio me propongo destacar algunas de las ideas del casi desconocido pensador argentino Vicente Fatone cuya personalidad ha gravitado decisivamente en los estudios filosóficos en la Argentina.
Aparte de sus peculiares características personales —de que ahora no me ocuparé— Fatone poseía la fecunda virtud de saber mirar filosóficamente los más variados asuntos de la preocupación humana. Esto cobra especial relieve si se atiende a que Buenos Aires no es sólo una gran ciudad sino una frontera. Hacia adentro comunica con un país de tenue tradición cultural. Hacia afuera … Acaso la mejor definición de Buenos Aires consista en no limitar ese otro mundo al que está abierta. Ese otro mundo ha sido y es una larga conquista que aún no ha cesado y a cuya ampliación contribuyó Fatone en insospechada medida. Merced a él se incorporan al círculo de preocupaciones del argentino —aparte de innumerables pensadores, obras y corrientes del pensamiento— tres grandes orbes ideales: el Oriente, el pensamiento místico especulativo de las culturas más importantes y, en menor medida, la filosofía científica o analítica anglosajona.