¿No significa nada para la historia y la filosofía esta eterna lucha de los pueblos hispanoamericanos, esta falta supina de capacidad política e industrial que los tiene inquietos sin que sepan por qué no pueden conseguir un día de reposo, ni qué mano enemiga los echa y los empuja en el torbellino fatal que los arrastra, mal de su grado, y sin que les sea dado sustraerse a su maléfica influencia?
Domingo Faustino Sarmiento,Facundo, “Introducción”Hispanoamérica se ha presentado constantemente a los ojos de muchos de sus escritores en forma problemática: como una entidad social o humana que, a pesar de sus muchos y continuados esfuerzos, no ha logrado satisfacer a plenitud los intereses o las esperanzas de felicidad y desarrollo humano que en ella han cifrado los propios hispanoamericanos. Esto no impide que, en la mayoría de los casos, esta visión inquietante y a veces desalentadora haya sido considerada con un grado de esperanza; con la convicción de que, si bien Hispanoamérica no ha logrado su plenitud, puede y debe lograrla.