Se procurará deslindar algunas significaciones que cobija la debatida noción de filosofía latinoamericana; sin ánimo de suponer por ello que se esté frente a un asunto que, al estilo neopositivista, pueda disolverse bajo el mero análisis lingüístico. Por el contrario, se trata de un problema que elude las divisorias tajantes, tal como la naturaleza que avanza y se entremezcla más allá de las marcaciones cartográficas. Al mismo tiempo, se ilustrarán los aspectos acotados, aunque posponiendo el examen de sus tan desiguales grados de importancia reflexiva y pragmática.