Hostname: page-component-84b7d79bbc-lrf7s Total loading time: 0 Render date: 2024-07-28T04:29:15.203Z Has data issue: false hasContentIssue false

La promoción o defensa pública de las causas humanitarias: por qué la Cruz Roja y la Media Luna Roja han de sopesar mucho lo que hacen

Published online by Cambridge University Press:  29 January 2010

Extract

La función de defensa o promoción pública de las causas humanitarias parece adquirir cada vez más importancia para los componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Pero, antes de abordar ese tema concreto, es importante examinar, o tal vez reexaminar, la situación estatutaria de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja está integrado por tres componentes: el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja reconocidas (170 en noviembre de 1996) y la Federation Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (la Federación). Cada uno de esos integrantes constituye una entidad separada, que desempeña generalmente tareas diferentes en condiciones distintas.

Type
Research Article
Copyright
Copyright © International Committee of the Red Cross 1996

Access options

Get access to the full version of this content by using one of the access options below. (Log in options will check for institutional or personal access. Content may require purchase if you do not have access.)

References

1 Estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (1986), preámbulo y art. 1. Manual del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, CICR y Federación, Ginebra, 1994, p. 421Google Scholar.

2 V., por ejemplo, las Resoluciones 2 y 4 de la XXVI Conferencia Intemacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Ginebra, 1995, en la RICR nº 133, enero-febrero de 1996, pp. 62 y 72, y las Resoluciones 1, 2, 3 y 6 del Consejo de Delegados de 1995, ibíd., pp. 151, 152, 154 y 160.

3 V. las decisiones pertinentes de la Asamblea General de la Federación adoptadas desde 1989. En la RICR, n° 134, marzo-abril de 1996, p. 242Google Scholar, se reseña la última decisión sobre el tema, la de la Décima Reunión de la Asamblea General de la Federación, celebrada en 1995.

4 Esos términos y los términos conexos pueden interpretarse y utilizarse de distintas maneras, a veces intercambiables. La Cruz Roja y la Media Luna Roja debe examinar sus propias definiciones. Para los fines del presente artículo y para iniciar la reflexión al respecto, se proponen las siguientes definiciones: (1) «promoción» dar a conocer a otros el apoyo que uno presta a una cuestión particular; (2) «promoción pública»: promover una causa entre el público en general; (3) «promoción privada»: promoción entre un público limitado, quizás de forma confidential; (4) «campaña»: serie de actividades planeadas y organizadas para alcanzar un resultado específico, usando para ello todos los medios disponibles, y que normalmente están orientadas al público. Todas esas actividades pretenden influir en las opiniones o en el comportamiento de otros. Los métodos que evitan la confrontación han permitido tradicionalmente a los componentes del Movimiento acceder a quienes toman las decisiones.

5 «Reglamento sobre el uso del emblema de la cruz roja o de la media luna roja por las Sociedades Nacionales» (1991), en R1CR, nº 112, julio-agosto de 1992, p. 359 y ssGoogle Scholar

6 Esta actividad fue efectivamente respaldada por la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja: Resolución 1, párr. 4, RICR, nº 133, enero-febrero de 1996, p. 61Google Scholar; Reunión del Grupo Intergubemamental de Expertos para la Protección de las Víctimas de la Guerra, Recomendación VIII (c), ibíd., p. 93. Gasser, V. también Hans-Peter, «Universalización del derecho internacional humanitario: la contribución del CICR», RICR, nº 125, septiembre-octubre de 1994, pp. 470478Google Scholar.

7 La Federación y las Sociedades miembros apoyan el objetivo «Salud para todos en el año 2000», fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ese objetivo fue respaldado también por la XXIV Conferencia Internacional de la Cruz Roja, Manila, 1981, Resolución XXII, RICR, nº 48, noviembre-diciembre de 1981, p. 348Google Scholar.

8 De hecho, se otorgó al CICR y a la Federación, estaú;ltima en su calidad de representante internacional de las Sociedades Nacionales miembros, el estatuto de observador ante la Asamblea General de las Naciones Unidas precisamente por esos cometidos especialmente reconocidos.

9 Las tareas del CICR y de las Sociedades Nacionales en virtud del derecho internacional humanitario se explican en la obra de Hans Haug, Humanity for all, The Internacional Red Cross and Red Crescent Movement, Instituto Henry Dunant/editorial Haupt, Paul, Berna/Stuttgart/Viena, 1993, pp. 7681 y 174–179, respectivamenteGoogle Scholar. Cabe señalar que, en numerosas disposiciones de los tratados sobre derecho humanitario, se otorga al CICR y a las Sociedades Nacionales derechos o deberes exclusivos. Esta es otra razón por la cual es importante el concepto de un Movimiento; es decir, procurar que los componentes actúen de forma complementaria, y no como competidores, evitando así el despilfarro de recursos que supone la duplicidad de las actividades.

10 Este papel auxiliar es, en realidad, una condición para el reconocimiento como Sociedad Nacional. Estatutos (V. supra, n. 1), art. 4, párr. 3; v. también el art. 3, párrs. 1 y 2.

11 V. «Gestiones del CICR en caso de violaciones contra el derecho internacional humanitario», RICR, nº 44, marzo-abril de 1981, pp. 7986Google Scholar.

12 Ejemplo de ello es la Campaña Mundial para la Protección de las Víctimas de la Guerra, 1990/91, que se basó en la Resolución VIII, párr. 3, de la XXV Conferencia Internacional de la Cruz Roja, Ginebra, , 1986, RICR, noviembre-diciembre de 1986, p. 367Google Scholar. El Consejo de Delegados del Movimiento adoptó posteriormente decisiones sobre su aplicación.

13 V. la política oficial del CICR en estas cuestiones, que se menciona en la n. 11.

14 XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Ginebra, 1995, Resolución 1, párr. 4, RICR, nº 133, enero-febrero 1996, p. 61; Reunión del Grupo Intergubernamental de Expertos para la Protección de las Victimas de la Guerra, Recomendación VIII(c), ibíd., p. 93; XXVI Conferencia Internacional, Resolución 2, capítuloH, párr, (j), ibíd., p. 71.

15 La postura adoptada por el CICR con respecto a las minas terrestres antipersonal tuvo como consecuencia que se negara a una Sociedad Nacional la posibilidad de copatrocinar un seminario sobre el tema, en el que debían participar juristas de universidades, del gobierno y militares. Esa fue la primera vez que se dio un caso de esa índole; el problema surgió debido a que, por la posición del CICR, se consideró que la Cruz Roja y la Media Luna Roja no eran neutrales al respecto.

16 Comité Internacional de la Cruz Roja, Minas terrestres antipersonal: ¿armas indispensables?, CICR, Ginebra, 1996Google Scholar.

17 El Consejo de Delegados es un órgano estatutario del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, integrado por representantes de sus componentes, que se reúne para examinar asuntos de interés para todo el Movimiento. Estatutos (n. 1, supra), art. 12.

18 Dos ejemplos recientes de ello son las importantes fiinciones desempeñadas por el CICR en virtud del art. IX del Acuerdo de Dayton, en el canje de pnsioneros de guerra (v. el texto en RICR, nº 134, marzo-abril de 1996, p. 261Google Scholar) y como relator especial en la Conferencia Internacional para la Protección de las Víctimas de la Guerra y posteriores reuniones de expertos (RICR, nº 119, septiembre-octubre de 1993, p. 379Google Scholar).

19 Resolución 1, parr. 4; v. n. 6 supra.

20 V., por ejemplo, la Resolutión 4, capítulo G, párrs. 1 y 2 (a), de la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, RICR, na 133, enero-febrero de 1996, p. 78Google Scholar.