Lope García de Salazar poseía libros de escasa difusión: la Biblia de Alba, el Yosifón, un Orosio en romance y, tal vez, las Historias de los Macabeos de Pero Núñez de Osma (Avenoza 2000; 2003a; 2003b y 2005), junto a otros textos que ya se sabía había manejado el noble vasco. Sin duda es apasionante bucear entre las páginas de su crónica resiguiendo las huellas de sus lecturas, pero más interesante sería averiguar de dónde procedían sus libros y, al mismo tiempo, desvelar las circunstancias en las que se forjó su af ición por la lectura.
En las páginas que siguen nos proponemos aportar algo de luz acerca de dos cuestiones: ¿dónde y en qué circunstancias adquirió Lope García el gusto por los libros? y ¿de dónde procedían los libros de su biblioteca? Tomaremos como de partida sus propias palabras:
OVIENDO MUCHO A VOLUNTAD DE SABER E DE OÍR DE LOS TALES FECHOS DESDE MI MOCEDAD fasta aquí me trabaxé de aver libros e estorias de los fechos del mundo, FAZIÉNDOLOS BUSCAR POR LAS PROVINCIAS E CASAS DE LOS REYES E PRÍNCIPES CRISTIANOS DE ALLENDE LA MAR E DE AQUENDE POR MIS DESPENSAS CON MERCADERES E MAREANTES E POR MÍ MESMO
(Bienandanzas f. 2vb)La formación de un bibliófilo
Según el propio Lope adquirió el gusto “de saber e de oír de los tales fechos” en su mocedad, afirmación que nos conduce a preguntar ¿cuál es el significado del término mocedad?; ¿qué es lo que corresponde hacer a un mozo? y, cómo no, ¿dónde transcurrió la mocedad de Lope?
Los términos mozo y mocedad se refieren a una época capital en la formación de los jóvenes que, superada la niñez, aún no están capacitados para intervenir activamente en los asuntos de la vida adulta.5 Los hijos de reyes pasaban esta etapa junto a ayos de posición social elevada, que tenían por honor hacerse cargo de tal responsabilidad, mientras que los hijos de los nobles de mayor rango se educaban en su propia morada, junto al encargado de su formación o en la corte regia en compañía del heredero. Reyes y nobles acogían a hijos de caballeros y nobles que les servían, o a los hijos de “criados” del linaje. Durante la “crianza” aprenderían, además de rudimentos de letras y buenas maneras, habilidades propias de la guerra.