“Tan desperdigada anda la obra de cultura por nuestra América, y tan inepta es la organización y distribución bibliográfica en nuestros países, que acaso para muchos lectores de la Revista Iberoamericana el nombre de José Antonio Ramos (1885-1946) sea poco menos que desconocido. Mas a los ojos del escasísimo número de intelectuales familiarizados con su obra polifacética y saturada de fuerte aliento renovador, el homenaje que hoy rendimos a este enérgico luchador desaparecido está plenamente justificado. José Antonio Ramos es uno de los escritores más intensos y a la vez más desconocidos de la América ibera en la hora actual, y urge propagar su obra y divulgar su mensaje”.
El comentario anterior justifica el homenaje que le rindió la Revista Iberoamericana a Ramos en su número 24 y con motivo de la muerte del escritor. Sin embargo, la figura de Ramos no ha sido lo suficientemente valorizada y su obra lo suficientemente divulgada, ni siquiera en Cuba.