Recovering Archaic period history of Native Americans such as the Rappahannock Tribe of Virginia is problematic because most of their rich, riverfront lands were taken by European colonists. Remaining archaeological material culture is now the property of current landowners. I collaborated with farmers along the Rappahannock River to evaluate their previously unstudied lithic collections as archaeological data sources. I tested landowner collections made by decades of repeated surveys for reliability by comparing independently made collections from the same site. The collections were significantly similar in abundance and composition through time, indicating they were representative samples of the underlying population. Comparison of collections including ground-stone tools from two different sites gave evidence of demographic changes and shifting settlement patterns through the Archaic periods and informed narratives of long-term Indigenous cultural change. I consulted with present-day Rappahannock Tribe members, who consider these collections important for tribal history, to develop research questions and evaluate shared results. Although private collections often lack documentation, proactive collaboration with responsive collectors as described allowed essential information to be recovered, documented, and preserved for the archaeological record. Building bridges of trust and information transfer among collectors, archaeologists, and tribe members is key to maximizing the information value of private collections.

La recuperación de la historia del período arcaico de los nativos americanos, como la tribu Rappahannock de Virginia, es problemático porque los colonizadores europeos tomaron la mayoría de sus fértiles tierras ribereñas. Lo que queda de la cultura material arqueológica es ya la propiedad de los terratenientes actuales. Yo he colaborado con granjeros por el río Rappahannock para evaluar sus colecciones líticas no estudiadas como fuentes de datos arqueológicos. Probé la fiabilidad de las colecciones de terratenientes —realizadas por décadas de encuestas repetidas— con una comparación de unas colecciones hechas independientemente, del mismo sitio. Las puntas de proyectil sensibles al tiempo fueron considerablemente parecidas en abundancia y composición a lo largo del tiempo, lo que indica que eran muestras representativas de la populación subyacente. La comparación de las colecciones de dos sitios diferentes dio evidencia de cambios demográficos y cambiantes patrones de asentamiento por los períodos arcaicos, e informó de unos narrativos del cambio prolongado en la cultura indígena. Consulté con miembros actuales de la tribu Rappahannock —quienes ven estas colecciones como importantes para la historia tribal— para desarrollar unas preguntas de investigación y evaluar unos resultados compartidos. Aunque muchas veces las colecciones privadas carecen de la documentación, la colaboración proactiva con recolectores receptivos ha permitido la recuperación, documentación y preservación de información fundamental para el registro arqueológico. Crear puentes de confianza y transferencia de información entre recolectores, arqueólogos y miembros de la tribu es la clave para maximizar el valor de la información de las colecciones privadas.